El fenómeno de Medjugorje nace del testimonio de seis videntes, cuatro mujeres y dos varones que en 1981 tenían entre 10 y 16 años. La Virgen María les fue comunicando a cada uno de ellos una serie de mensajes que aún hoy continúan produciéndose con una periodicidad diferente, y encargándoles también misiones diferentes por las que rezar y ámbitos en los que desarrollar su misión. Una de las características de las apariciones de la Virgen María en el mundo: Lourdes, Fátima, Guadalupe y, actualmente, en Medjugorje, es la de haber elegido como emisarios de sus mensajes a niños.
Desde el primer día, han defendido con firmeza las apariciones de "la Señora" a pesar de que, en aquellos tiempos, Medjugorje, era un pequeño pueblo de la antigua Yugoslavia, rodeado de una población mayoritariamente musulmana.
LOS VIDENTES
Desde el inicio de las apariciones comenzaron las persecuciones de los videntes, de sus padres y sus familias, de los parroquianos, de los sacerdotes e, incluso, de los peregrinos. Los videntes fueron llevados para ser interrogados por la policía y para ser sometidos a exámenes psiquiátricos; siempre resultaron gozar de buena salud. Hecho igualmente confirmado por exámenes que le fueron practicados en los años subsiguientes.
Gracias a las apariciones de la Virgen, Medjugorje - una parroquia rural ordinaria - se transformó en un lugar que congrega a una multitud de peregrinos venidos de todas partes del mundo, y por tanto, en uno de los mayores centros de oración del mundo, comparable con Lourdes y Fátima. Incontables testimonios de peregrinos atestiguan que precisamente en este lugar han encontrado la fe y la paz. Según el testimonio unánime de los videntes, la Virgen les da mensajes para ser transmitidos a la parroquia y al mundo. Tratan principalmente sobre la PAZ, la FE, la CONVERSIÓN, la ORACIÓN y el AYUNO.
Los parroquianos y los peregrinos deben primero convertirse en testigos de las apariciones y de los mensajes, para después, junto con los videntes, colaborar con la Reina de la Paz para el cumplimiento de su plan: la conversión del mundo y su reconciliación con Dios.