En la nave derecha de la Iglesia de Santa Catalina hay una escalera que desciende las grutas llamadas de San Jerónimo, en memoria de este santo Doctor de la Iglesia. Este santo vivió en la ciudad de Belén, y fue donde escribió la Biblia, llamada “Vulgata” (edición para el pueblo), eligió estas grutas para su sepultura.
Eusebio Hierónimo, conocido comúnmente como San Jerónimo, tradujo, por encargo del Papa Dámaso I la Biblia del griego y del hebreo al latín. Es considerado Padre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos. La traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, y publicada en el siglo IV de la era cristiana, fue declarada en 1546 por la Iglesia católica en el Concilio de Trento, la versión única, auténtica y oficial de la Biblia para la Iglesia latina, y ha sido, hasta la promulgación de la Neovulgata, en 1979, el texto bíblico oficial de la Iglesia católica.