La iglesia de San Esteban es hoy conocida como el Santuario del Santo Milagro, está ubicada en Santarém, Portugal. Objeto de una gran devoción, se fundó en el S. XIV y luego fue sucesivamente remodelada. En el sagrario se guarda la hostia que se habría transformado en sangre de Cristo.
En 1266 una joven mujer de Santarém, llena de celos hacia su marido, buscó una hechicera quien le sugirió ir a una iglesia para robar la Hostia consagrada y hacer con ella un filtro de amor. La mujer robó la Hostia y la escondió en un paño de lino que inmediatamente se manchó de Sangre. Llena de terror corrió hacia su casa y llegando abrió el pañuelo para ver qué cosa había sucedido. Vio con gran maravilla que la Sangre brotaba de la Hostia. Al día siguiente, los dos esposos informaron al párroco, quien fue inmediatamente a recuperar la Hostia y llevarla a la iglesia de San Esteban en medio de una procesión solemne. La Hostia sangró por tres días consecutivos. En 1340 se verificó otro Milagro. El sacerdote abrió el tabernáculo y encontró un recipiente de cristal con la sangre de la Hostia mezclada con cera. Actualmente la Sagrada Hostia se conserva en un Trono Eucarístico del siglo XVIII, ubicado en la parte superior del altar mayor.
La Hostia ha destilado Sangre a lo largo de los siglos y en esas ocasiones han visto aparecer imágenes de Nuestro Señor Jesucristo. Entre los testigos del Prodigio se cuenta San Francisco Xavier, apóstol de las Indias.