Ciudad de México (Jueves, 17-12-2015, Gaudium Press) El "Camino de la Misericordia", así se llama la vía e itinerario de fe que con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia se ha puesto en marcha al interior de la Catedral Metropolitana de México. Quienes peregrinen al insigne templo capitalino, y crucen por la Puerta Santa -abierta el pasado 13 de diciembre por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo y Primado de México- podrán vivir la experiencia de la Misericordia a través de siete estaciones.
"Este itinerario fue preparado para ayudarnos a hacer de la visita a la Catedral de México, durante el Jubileo de la Misericordia, una experiencia profunda de oración, reflexión y compromiso cristiano; sin embargo, también puede realizarse en cualquier parroquia, adaptando en lo posible el itinerario, al pie de las imágenes sagradas relacionadas con cada estación, o bien, recorriendo las primeras siete estaciones del Vía Crucis tradicional", exponen en una comunicación emitida por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME).
El itinerario de fe inicia ante la Puerta Santa de la Misericordia, que, además de la Catedral Metropolitana de México, también se inauguró en las sedes litúrgicas de las ocho vicarías episcopales de la Arquidiócesis de México. Al ingresar por ella, los fieles, que estén debidamente confesados, podrán obtener la Indulgencia Plenaria, siempre y cuando también participen de la Santa Misa, reciban la comunión y oren por las intenciones del Santo Padre. El entrar por la Puerta Santa significa acoger la Misericordia de Dios, como "los brazos de nuestro Señor Jesucristo".Para favorecer esta experiencia, la vía de la Misericordia contará en cada una de sus estaciones con un fragmento de un salmo, una reflexión, una oración y una propuesta para poner en práctica la misericordia o compromiso. "Cada estación puede complementarse con un Padrenuestros, un Ave María y un Gloria, y un momento de meditación en el lugar, o puede reducirse a la lectura de un fragmento del salmo y la oración, según las circunstancias personales. Lo importante es vivir esta paso espiritual con gozo y recoger en él frutos de misericordia", menciona SIAME.
Cristo del Perdón, donde se desarrolla la segunda estación /Foto: Enrique López Tamayo Biosca. |
La segunda estación se realiza en la Capilla del Perdón, donde se encuentra la imagen del Cristo del Veneno. Aquí se invita a reconocer los pecados y pedir perdón a través de un examen de conciencia, con el compromiso de acercarse al confesionario para celebrar el Sacramento de la Reconciliación.
La Capilla de los ángeles, donde se encuentran las imágenes de San Miguel Arcángel, el Ángel de la Guarda y el Ángel Custodio de México, es el escenario de la tercera estación. Aquí los fieles son llamados a perseverar en el bien, a trabajar por la cultura de la vida y por la familia, animando a corregir al que yerra -una de las Obras de Misericordia- y a colaborar en la educación de los niños con el buen ejemplo.
La cuarta estación es en la Capilla de los Santos Cosme y Damián, y ante la imagen del Cristo de la Salud. La invitación es a reflexionar sobre las bendiciones que Dios ha concedido, sobre todo, la salud y a poner en práctica las obras de misericordia de visitar a los enfermos y orar por los fieles difuntos.
La Capilla de San José y la imagen del Cristo del Cacao, son el lugar para la quinta estación que convoca a reflexionar sobre la bendición y el don del trabajo, que dignifica al ser humano, y a orar por quienes no cuentan con un trabajo digno, en el que se participe "de la fuerza del Dios Creador".
Puerta Santa de la Misericordia, Catedral Metropolitana de México / Foto: Travis. |
Ya la sexta estación se desarrolla en la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad y frente al retablo de la Pasión. En este lugar se convoca a los peregrinos a meditar en la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, quien "no escatimó nada para entregarnos salvación", por medio de Su muerte en la Cruz. Aquí se llama al compromiso de ser amables con los que están solos, sostén para los que pasan por dificultades y cercanos con el prójimo.
Finalmente, la séptima estación, se realiza ya sea en la Capilla del Señor del Buen Despacho, ante el Santísimo Sacramento o preparando la Santa Misa. Aquí se invita a poner en el centro la celebración Eucarística reconociendo que "del costado abierto de Cristo brotaron los Sacramentos de la Iglesia", y adorando "al Padre por si Hijo en el Espíritu", además del compromiso de orar por las intenciones del Papa, del Obispo y las necesidades urgentes de la sociedad y del mundo.
El itinerario culmina antes de salir del templo con la oración de envío y el compromiso de llevar la misericordia de Dios como testigos y operarios.
Con información de SIAME.
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